Paul está muerto y otras leyendas urbanas del rock
Sánchez, David
;Sánchez, Héctor
Errata Naturae. 2014Ficha técnica
- EAN: 9788415217824
 - ISBN: 978-84-15217-82-4
 - Editorial: Errata Naturae
 - Fecha de edición: 2014
 - Encuadernación: Rústica
 - Dimensiones: 17x21
 - Idioma: Castellano
 - Nº páginas: 224
 
No disponible temporalmente
Disponibilidad sujeta a la información del editorPVP. 19,90€
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Un nuevo volumen de nuestra colección dedicada a lo mejor de la cultura popular: series de televisión, cine, cómic, novela negra, videojuegos y música: sean bienvenidos esta vez a la cara oculta del rock. 
 
Todo lo que lea en las páginas de este libro es mentira. Aunque decir esto quizás no sea del todo cierto. Al fin y al cabo, hablamos de leyendas urbanas, ese prodigioso territorio del folclore contemporáneo en el que, como es de ley, la ficción inconsciente, la imaginación desatada y la verdad más inverosímil conforman un único, inesperado y delicioso cóctel. Por supuesto, el mundo del rock ha sabido crear y recrear sus propios mitos urbanos de manera inigualable y para todos los gustos: delirantes, excesivos, crueles, escatológicos, trágicos, heroicos, patéticos? 
 
Héctor Sánchez recoge una selección de las mejores leyendas urbanas, bulos y demás malentendidos relacionados con los grandes astros del rock, todos ellos narrados con excelso conocimiento y el humor que requiere la ocasión. Y David Sánchez, uno de los más destacados dibujantes de la nueva generación del cómic español, ilustra cada una de estas historias de forma incomparable. Muertes prematuras y extravagantes, fiestones más que desbocados, cameos de ultratumba, sexo con tiburones (y con chocolatinas Mars), chutes familiares de última hora, nazis sabiamente enmascarados, fantasmas latosos y otros fenómenos paranormales, seres parcialmente extraterrestres, venganzas bastante ridículas, mermeladas alucinógenas, problemas graves de identidad, tejemanejes con la CIA y el FBI, testamentos felinos, incestos insospechados, canciones que animan a quitarse la vida y, por supuesto, mensajes más o menos satánicos que se escuchan al hacer girar un disco al revés. 
 
Un maravilloso anecdotario ilustrado como una historia paralela y secreta del rock, un libro que despeja tantos interrogantes como los que propone: ¿de dónde surgen estas historias? ¿Son meros divertimentos y creaciones de una suerte de inconsciente colectivo que da rienda suelta a sus deseos más disparatados? ¿O en más de una ocasión responden a intereses concretos? ¿Qué parte de verdad hay en cada una de estas mentiras y qué parte de esa verdad conocemos? Bienvenidos a la cara oculta del rock. 
 
CONTENIDO: 
 
-Robert Johnson y sus negocios diabólicos 
-"Gloomy Sunday", la canción húngara que incita al suicidio 
-El accidente de Buddy Holly o el día en que la música murió 
-La mirada extraterrestre de David Bowie 
-Bob Dylan, el ladrón del viento 
-Los Beatles, un poco de marihuana y Su Majestad 
-Cuando Charles Manson quiso entrar en los Monkees 
-El extraño caso de la muerte de Paul McCartney 
-Marianne Faithfull y MickJagger: sexo, drogas y una chocolatina Mars 
-La noche en que Keith Moon aparcó su coche en una piscina 
-Jimi Hendrix, demasiado sexy 
-Las mentiras de los Jackson 5 
-Los relinchos de David Crosby 
-Led Zeppelin y el incidente del tiburón 
-El fantasma de Janis Joplin 
-Jim Morrison, larga vida al Rey Lagarto 
-El código satánico de «Stairway to Heaven» 
-En el reino de Oz se baila al ritmo de Pink Floyd 
-Kiss y el IV Reich 
-La noche en que David Bowie y Mick Jagger se lo montaron juntos 
-El bocado final de "Mama" Cass 
-Satanás se aloja en el Hotel California 
-El Rey no ha muerto, ¡viva Elvis Presley! 
-El último viaje de Sid Vicious 
-John Lennon en el punto de mira de la CIA 
-Ozzy Osbourne, el terror de los animales 
-El Boss contra el Presidente 
-Los sueños hiperbáricos de Michael Jackson 
-La última voluntad de Freddie Mercury 
-La mermelada alucinógena de Pearl Jam 
-¿Quién disparó a Kurt Cobain? 
-White Stripes, más allá del incesto 
-Aquella vez en que Keith Richards de verdad se pasó de la raya